Leí una vez: “Con frecuencia es más fácil encontrar defectos que pronunciar elogios”
Aplicando esta frase a lo físico.
La atención de la gente se desvía más fácil hacia tus defectos que hacia tus atributos. En lo personal nos resta amarnos con todo, defectos y atributos por igual… que la gente no perciba inseguridad o falta de aceptación.
Durante mucho tiempo se nos ha pedido escondernos: Maquíllate las pecas, alísate el cabello que ese volumen distrae, cúbrete los brazos que se te ven las estrías, etc.
Incluso cuando brilles, la gente buscará minuciosamente una falta y esto mayormente para sentir que tus cualidades no compiten con las suyas.
Preocúpate por resaltar tus atributos y virtudes, pero no te enfoques tanto en ocultar tus defectos si son parte de ti. Deja que aprendan a ver tus “defectos” como algo propio de ti y no como una cosa extraña.
Tanto nos enfocamos en ocultarnos que al descubrirnos chocamos con la realidad que la gente está acostumbrada a ver.
OJO: tenga cuidado, andar desarreglado no se justifica!
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