Te propusiste algo, lo lograste… bien por ti!!
En el trayecto de tu camino sabes lo difícil que fue para
llegar a la meta, ahora no quieras lucir como el superhéroe de ficción que
recorrió las millas sin desgaste… los logros se aplauden y los esfuerzos se
reconocen pero, hay que conservar esa pizca de humildad.
Tus luchas, tus miedos, tus ganas de dejarlo todo, son parte
del proceso… no tiene nada de malo aceptar que lo sufriste. Afortunado si ya
puedes decir “lo logré”. Lo que puedes
hacer ahora para mantener la honra de tu triunfo es ayudar a otros… motiva,
aconseja, toda la experiencia y el dolor te ayuda a identificarte con los que
ahora recorren la pista.
El conocimiento se usa para enseñar, NO para avergonzar! No
te burles de los que aún están en la pista, incluso de los que aún no se animan
a salir.
Si quieres dejar una huella en el mundo, colabora a otros y
harás un legado. Aprende de Jesús!
(DEL HP)
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